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Historia de las aguas corrientes

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Historia de las aguas corrientes
Los habitantes de Montevideo tuvieron dificultades de acceso a agua para consumo, suficiente y segura, desde tiempos del aguatero. 

Por ese motivo en 1867 el Gobierno Nacional hizo un llamado a propuestas para dotar de servicio de agua corriente a la capital del país. Así Don Enrique Fynn (uruguayo) asociado a Lézica y Lanús (inversionistas argentinos) obtuvieron la concesión para el suministro de agua por tuberías a la capital.

El río Santa Lucía es hasta hoy la fuente de agua para toda el área metropolitana, ubicándose la toma a 56 kilómetros de distancia de la ciudad capital.

Las obras de construcción de la primera Usina de Bombeo del país se iniciaron en 1868. El establecimiento de obreros con sus familias, y luego la incorporación de trabajadores a la planta en funcionamiento, dio origen a la Villa de Aguas Corrientes, que en 2018 cumple 150 años de existencia.



Testimonio de la Revolución Industrial esa primera usina funcionaba por la fuerza del vapor y bombeaba agua sin tratamiento, salvo por la decantación que se realizaba en los tanques de Cuchilla Pereira, punto importante del recorrido del agua hasta la ciudad capital. 

La Compañía de Aguas Corrientes cedió la concesión a la compañía inglesa “The Montevideo Waterworks Co. en 1879, quien estuvo a cargo del servicio hasta que pasó a manos del Estado en 1950.

En 1952 se creó OSE, para brindar agua potable en todo el país y saneamiento en el interior. El artículo 3º de su Ley Orgánica establece que:

“La prestación del servicio y los cometidos del Organismo deberán hacerse con una orientación fundamentalmente higiénica, anteponiéndose las razones de orden social a las de orden económico".

1) El abastecimiento durante el período de la Compañía de Aguas Corrientes 1871-1879
La primera concesión para abastecimiento de agua corriente, otorgada por el Gobierno Nacional al Ing. Fynn, empresario uruguayo, Lezica y Lanús, inversionistas argentinos, vino a resolver las enormes dificultades de la población de Montevideo para el acceso al agua dulce y en condiciones de ser consumida, a fines del siglo XIX. Abastecer de agua de manera permanente a la ciudad, permitió una mejora en las condiciones de vida, de salud e higiene de los habitantes, posibilitando un desarrollo que no podía producirse en las condiciones de escasez previas a esta obra.



La primera Usina de Bombeo que funcionaba con vapor, debió abastecer alrededor de 60.000 habitantes y significó una obra gigante para su tiempo, resultando en un símbolo de la Revolución Industrial. Además se importó e instaló la 1ra línea de bombeo con un peso total de alrededor de 13.000 toneladas.

Al comienzo el agua era bombeada en condiciones naturales, es decir que no tenía ningún tratamiento, salvo por la decantación, por la que adquiría aspecto de limpia. La primera línea de bombeo recorría 56 km desde Aguas Corrientes hasta la fuente de la Plaza Matriz, donde los vecinos podían ir a abastecerse. Además de esa fuente ornamental, la Compañía debió instalar dos fuentes más, que se ubicaron una en la Plaza de los Treinta y Tres (conocida como Plaza de los Bomberos) y otra en el área donde se ubica el Palacio Legislativo.

En el año 1879 los concesionarios Lezica; Lanún y Fynn, a solo 8 años de haber iniciado el servicio de agua corriente a Montevideo, cedieron la concesión a la Compañía Inglesa The Montevideo Waterworks Cº Ltda.”

2) The Montevideo Waterworks Cº Ltda
El período inglés de abastecimiento enfrentó cambios importantes en cuanto a tratamiento de agua, aumento de la demanda, exigencias respecto a la calidad. A diferencia de los primeros concesionarios que estuvieron 8 años, la Compañía Inglesa estuvo a cargo del servicio de agua corriente más de 70 años. Esto significó pasar de un abastecimiento sin tratamiento, a incorporar cada uno de los pasos de la potabilización.

Los cambios fueron determinados por los avances científicos y tecnológicos, las exigencias de cada momento histórico y la situación política nacional y mundial.

Cada una de estas modificaciones y avances debieron ser acompañadas de obras importantes que quedaron impresas en la planta de Aguas Corrientes. Allí podemos ver la tecnología de vapor que bombeaba el agua hacia Montevideo, los primeros decantadores de agua, los filtros, la “Casa Química”.

Además los ingleses debieron instalar la segunda Línea de Bombeo (1908) y la tercera (1929), respondiendo al aumento de la demanda desde la Capital.

Así la Planta se fue extendiendo, agregando las estructuras necesarias e  incorporando personal, no sólo para el trabajo en Aguas Corrientes sino también para la instalación y mantenimiento de tuberías en la ciudad y conexiones domiciliarias.

Mientras, el combustible para el bombeo se recibía desde Inglaterra, suministro que se vio interrumpido por la Segunda Guerra Mundial, afectando directamente el abastecimiento de agua potable y obligando a buscar una solución a nivel local.



Llegados a la mitad del siglo XX por ley se nacionalizó la Montevideo Waterworks Cº Ltda. y en un proceso que duró dos años se realizó la fusión de la Compañía de Aguas Corrientes con la Dirección de Saneamiento del entonces Ministerios de Obras Públicas que estaba a cargo del abastecimiento de agua en el interior del país, creando OSE en 1952.

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