Un sismo de magnitud 7,9 en la escala de Richter se registró este sábado 23 de Enero en las islas Shetland del Sur, a 36km de la Base Científica Antártica Artigas.

Los movimientos tectónicos de las placas son muy habituales en este lugar, donde la mayoría de los temblores pasan inadvertidos aunque sí son detectados por los sismógrafos instalados en la Base. Sin ir más lejos, a principios de Enero se produjo otro sismo de intensidad 5,9 periodo en el que funcionarios de OSE se encontraban trabajando en la Base Artigas.

El Ing. Carlos Di Giovanni fue uno de los designados para las labores que allí se realizan, y relató que: “Ante un sismo de ese tipo no se siente más que un temblor de las estructuras que no dura más que unos pocos segundos.  Seguramente, ante a un tipo de construcción tradicional esto podría llegar a ser muy dañino, pero allí no resulta ser más que un detalle anecdótico o curioso, que retorna magnificado por la información de prensa”.

Las instalaciones edilicias de la Base Artigas están construidas en base a estructuras metálicas robustas, cubiertas por isopaneles gruesos y placas de yeso, con lo que los fuertes vientos y los sismos no hacen más que provocar oscilaciones tolerables de las estructuras.

Más allá de las condiciones climáticas adversas, el ingeniero destacó el trabajo que OSE está realizando en el lugar “que ha tomado un ritmo y una valoración especial dentro del Instituto Antártico Uruguayo (IAU)”. Se refirió al proyecto de abastecimiento de agua a la Base Artigas, el que comenzó de un modo experimental aplicando nuevas tecnologías, y que tuvo mucho éxito en su operación durante en el año de funcionamiento, a pesar de las bajas temperaturas sufridas y del extenso periodo de congelamiento de la pasada invernada.   Se ha venido trabajando en el desarrollo de un conjunto de conocimientos operativos y de prácticas de campo muy específicas y adaptadas a las condiciones del lugar, que son diferentes a las que se desarrollan habitualmente en el territorio nacional. Sumado a los conocimientos académicos o técnicos ha sido fundamental practicar la escucha activa de las opiniones de terceros participantes en sus diversas especialidades y experiencias antárticas, así como realizar la correcta síntesis de los aciertos y los fracasos que se han ido generando a lo largo del tiempo.

El trabajo que OSE realiza en la Base Científica Artigas es totalmente primario y fundamental para la existencia de la misma.   Tanto en lo relativo al abastecimiento de agua potable propiamente dicho, como en los futuros proyectos pendientes de tratamiento de efluentes que resultan necesarios en términos de protección ambiental.

“Con esa labor gana OSE en cuanto a su imagen y cumplimiento de su cometido nacional, gana el Instituto Antártico al recibir un servicio especializado y de calidad, gana el país al poder cumplir con los requerimientos estipulados por el Tratado Antártico, y teniendo así la posibilidad de realizar en el lugar desarrollos científicos que están reservados a unos pocos países, y finalmente gana el funcionario con la expansión de su experiencia laboral y de vida”, finalizó Di Giovanni.
 

 

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