Acciones para mejorar la medición
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Reducción de pérdidas y mejoras en la distribución
OSE puso en marcha un proceso de incorporación de nuevas herramientas tecnológicas para reducir pérdidas y mejorar la gestión. La primera etapa entrará en funcionamiento a comienzos de 2027 en Salto y Montevideo. Sus resultados serán evaluados y luego se extenderá al resto del país.
Distribución en Montevideo
Entre mayo de 2024 y abril de 2025 se distribuyeron 167,8 millones de metros³ de agua potable en Montevideo, potabilizada en la planta de Aguas Corrientes para el consumo de hogares, comercios y organismos públicos.
Del total, cerca del 50% correspondió a consumos autorizados y facturados por OSE. Estos incluyeron lecturas registradas por medidor, estimaciones por lecturas incompletas o recupero de fraudes y ventas a granel.
Dentro de los consumos autorizados se incluyen usos no facturados, destinados a atender emergencias (como incendios), realizar la limpieza de redes, abastecer eventos y abastecimiento por camiones cisterna.
El 50% restante se clasificó como pérdidas. Dentro de este grupo hay dos tipos:
Asimismo, la estrategia definida prevé el control por sectores con balances dinámicos y la medición del caudal nocturno como indicador de eficiencia. También se pondrán en marcha programas para identificar las tuberías más afectadas y priorizar su renovación.

Distribución en Montevideo
Entre mayo de 2024 y abril de 2025 se distribuyeron 167,8 millones de metros³ de agua potable en Montevideo, potabilizada en la planta de Aguas Corrientes para el consumo de hogares, comercios y organismos públicos.
Del total, cerca del 50% correspondió a consumos autorizados y facturados por OSE. Estos incluyeron lecturas registradas por medidor, estimaciones por lecturas incompletas o recupero de fraudes y ventas a granel.
Dentro de los consumos autorizados se incluyen usos no facturados, destinados a atender emergencias (como incendios), realizar la limpieza de redes, abastecer eventos y abastecimiento por camiones cisterna.
El 50% restante se clasificó como pérdidas. Dentro de este grupo hay dos tipos:
- pérdidas aparentes: agua que se utiliza, pero no se factura, asociadas en mayor medida a submedición por desgaste de medidores, errores de lectura o conexiones no autorizadas. Esto significa un el 15% del total de agua disponible.
- pérdidas reales: por roturas, filtraciones o fugas en la red, causadas principalmente por la antigüedad de las cañerías o daños accidentales causados por terceros. Esto corresponde al 35% del total de agua disponible.
Asimismo, la estrategia definida prevé el control por sectores con balances dinámicos y la medición del caudal nocturno como indicador de eficiencia. También se pondrán en marcha programas para identificar las tuberías más afectadas y priorizar su renovación.