En la década de los 90 OSE visitó por primera vez la Base Científica Antártica Artigas.

Esta instancia dio lugar a un convenio de cooperación entre el Instituto Antártico Uruguayo (IAU) y OSE, en donde se establecía mejorar la calidad de vida de quienes trabajan en ese medio, a través de la proyección de un nuevo sistema de agua potable.

Desde ese entonces, el Organismo tiene un contacto permanente con las personas  del lugar y ha trabajado en diferentes aspectos, intentando mejorar la infraestructura a pesar de las dificultades climáticas.
 

En el año 2016 el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente pasa a integrar el Consejo Directivo del IAU como responsable de la Dirección Científica y Control Ambiental. Un año más tarde se crea un grupo de trabajo en el que están las Direcciones del MVOTMA, OSE e INUMET, en donde se le encomienda a OSE mejorar del abastecimiento de agua potable como primera etapa.

En febrero de 2017, OSE envió técnicos de la Gerencia de Agua y de la Gerencia de Innovación y Desarrollo. Ellos realizaron un informe completo sobre el diagnóstico para aportar a las mejoras a corto plazo.

Entre el 22 de abril y el 4 de mayo de 2019, técnicos de la Gerencia Técnica Metropolitana y de la Gerencia de Región Sureste, concurrieron  a la Base Científica Antártica Artigas para participar en el proyecto y obra tendiente a la mejora del abastecimiento de agua a las instalaciones, tomando como base en una primera etapa tareas del trazado realizado por técnicos de la Gerencia de Agua Potable, al cual  se le realizaron adaptaciones que permitieran la aislación térmica de las instalaciones.
 

El objetivo propuesto por el Instituto fue el de lograr sacar de operación las instalaciones obsoletas existentes, en favor de racionalizar el abastecimiento de agua potable de la Base en condiciones de cantidad asegurada. Se buscaba además demandar un menor esfuerzo humano que en la actualidad, avanzando hacia el propósito del cuidado de la calidad del agua abastecida, y a su vez, optimizando el gasto energético  actual, donde un tercio de la generación de energía de la Base debe ser empleado justamente en el abastecimiento.

La toma de agua debe realizarse a partir de un lago cuya superficie se congela por completo hasta una profundidad de unos dos metros. En ese sentido, los técnicos que participaron de un equipo de trabajo específico han logrado arribar a una forma de ejecución experimental original para dicha toma. La misma ha sido construida en forma parcial durante el mes de mayo del año pasado.

Dado que en las condiciones climáticas actuales el lago sufrió un congelamiento repentino, la inmersión de la tubería de toma de agua y de la bomba por parte del equipo de buzos ha debido quedar aplazada para el mes de diciembre próximo.

OSE - IAU continuarán en tareas tendientes a mejorar y actualizar el abastecimiento de agua potable la Antártida.


 

 

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